martes, 27 de julio de 2010

Fichajes.

Estaba viendo las Semifinales de la Eurocopa Sub-19 y pensando que hay futuro (gracias a Guardiola y Caparrós entre otros).
En ésto que llega el 3-1, una obra de arte de Thiago y gol de Canales ¡vaya dos!
Bueno, que la reflexión iba en torno a la intención del Barça de fichar a Cesc por una millonada. Está claro que Cesc es el Xavi que viene, pero también está bastante bien cubierta esa posición en el Barça con lo que hay (Iniesta, en un par de años -los que le quedan a Xavi al más alto nivel- tenderá a centrarse y buscar el toque hacia los desmarques de los demás; de hecho, aunque marque más goles que Xavi, tiene menos cualidades para al llegada desde segunda línea que el catalán, más cuando le empiece a fallar la pila), y lo que viene, Thiago, jugador completísimo que recuerda a su padre (Mazinho) en la forma de moverse, pero recuerda a otro con los mismos andares, un gran killer en el área. Sí, ese tal  Romario, la mayor bestia goleadora que han visto estos ojos.
Pues eso, que el Madrid se gastase 45 millones de euros (se dice pronto) sería hasta necesario porque ni en la plantilla ni en la cantera tiene un centrocampista de creación. Parejo tal vez podría haber sido. ¡De La Red lo era!
También veo y aprovecho para apuntarlo, que el Barça ha tenido bastante con la compra de Villa. Si se ha llevado una pasta por la venta del supernecesario Yaya (aún les queda Keita, pero es otra cosa), se ha ahorrado otro pico con la salida de Márquez, lo que han recuperado del peazo central ruso ese del que no nos ha dado tiempo de aprendernos su nombre (el chicriski ese), lo que previsiblemente se quiten de Zlatan (mil veces más jugador que Eto'o, pero mucho menos importante en este Barça) y Villa tampoco le ha resultado tan caro (para lo que han comprado), tienen que estar realmente tiesos, como decía, para querer comprar a Senna, que no digo que sea malo (todo lo contrario), pero que es como si para sustituir a Raúl, el Madrid fichase a Van Nistelroy.

domingo, 18 de julio de 2010

sábado, 17 de julio de 2010

Tanto con el velo.......

Tras un profundo reportaje de investigación, Miguel A. M. G. "El niño el aipad" ha conseguido unos documentos gráficos que hacen que el munod se pregunte una cosa: tanto con el velo pero ¿y el culo?

lunes, 12 de julio de 2010

Holanda-España: la final, el título.

Sé que mucha gente pensará que el resto de crónicas están equivocadas y alguno habrá que piense que no tengo ni puta idea de lo que hablo, pero lo que sí quiero dejar claro hoy es que, además de mal escrito (como siempre), hoy no será una crítica meditada, conforme a lo acostumbraro, que los halagos serán desproporcionados y los insultos se quedarán cortos. Y todo porque estoy feliz.

Comenzaré por el final. Cuando el árbitro pitó el final, sólo tuve lo que se podría denominar un bajón. Fue la consecuencia de una sensación de deber cumplido, de consciencia de lo conseguido, de encontrarme con una cinta métrica frente al Universo. Entonces era pequeño y quería ser abrazado. Como no fui a buscar el abrazo, me quedé sin él pero no me importó, lloré igual. Sí, se me calleron unas lágrimas porque en el minuto 85 vi que nos presentábamos en los penaltis y que no metíamos ni uno. Vi lo mismo en el minuto 117, unos segundos antes del gol. "Sabía" que, otra vez, iba a ganar el que no lo merecía, de hecho, durante un segundo (o menos) llegué a plantearme que podía estar equivocado. Tonto de mí: olvidé la Eurocopa.

Ganó el fútbol, ganó quién debía ganar.

Hablaré ahora de dos cosas que pasaron después: la rueda de prensa de Van Marwijk y la entrevista en el túnel de vestuarios de Sara Carbonero a Iker Casillas.
El seleccionador holandés, tras reconocer (cosa que le honra en un momento tan difícil como ése) la justicia que había significado la victoria de España, dijo lo siguiente "No quiero pensar en el árbitro, creo que gana el mejor equipo, pero cuando pienso en la jugada de Robben creo que debió sacar dos tarjetas amarillas. Webb pitó a España contra Suiza y se equivocó en ese partido. Puede que eso haya influido esta noche."  Pues no, majete. Yo me acuerdo de la puta madre de Van Bommel y de De Jong, de los muertos de Heytinga y de los cuernos de Van Persie, de la calva de Robben y el mal perder de Seneijder (también me acuerdo de que he de estudiar holandés si quiero escribir bien sus nombres, pero no merecen por guarros, malas personas y asesinos que me vaya a buscar la ortografía holandesa correcta. Además, de la zona, los únicos buenos serán los flamencos -y por el nombre-).
Lo de Casillas fue emocionante porque vimos la ilusión de un campeón, la emoción de un país (y el sueño de muchos) en ese beso. Debería habérselo dedicado a los que tanto jodieron con tonterías cuando no había otra cosa de la que hablar (y a J. J. Santos que, aunque llevaba razón en meterse con los que remueven la basura de la vida de los demás, desde Telecinco suena como a denuncia de la corrupción desde el PP).

El partido (por fin) se resume fácilmente. Es el partido que hemos visto tantas veces, el que hemos perdido tantas otras. Un equipo queriendo jugar bien antes que ganar, y el  rival que más que contrario es enemigo. En el minuto 4, habían hecho cuatro faltas que podrían haber sido tarjeta amarilla cualquiera de ellas; si acaso la cuarta (Van Persie) más que amarilla era naranja, una patada por detrás en la rodilla. Pues esa fué la tónica del partido pero sumándole algo que me molestó más aún: la desmedida protesta de cada falta recibida o sufrida. En ese punto (el minuto 4) el árbitro mostró todas sus carencias y como muchos de sus compañeros, comenzó a pitar según la protesta, disimulando muy bien a través del viejo truco de enseñar las tarjestas despacito, como si fuesen meditadas y no consecuencia de que tíos más famosos que él se pusiesen a gritarle en la puta cara. La demostración de que ésto fue así, la encontramos en que a partir de que mostrasen las segunda tarjeta a España (¡ellos sólo llevaban 3 en ese momento!), los nuestros también empezaron a protestar, creo que desde la indignación, y el resultado fue el mismo: con que la protesta fuese vehemente, como premio, una tarjetita.

Del Bosque volvió a equivocarse en la lectura del partido porque como se vió en la Eurocopa, el estilo que nos va mejor es el que nos da tener superioridad en el centro del campo, para lo que siempre echo en falta a otro bajito más. Como sólo juegan 11, la solución está en que, si sales con dos delanteros, quites un medio centro; si sales con un delantero..... no pongas a un extremo que, aunque también en pequeño (Pedro o Navas), no nos referimos a eso cuando hablamos de "los bajitos". Repito que le suele salir bien la jugada (y más si hablamos de los cambios), pero eso no quiere decir que sea el mejor camino, el más purista si se me permite. Lo que está fuera de toda duda es que, si en la Eurocopa, el mérito que tuvo Aragonés fue el de que no se sintiesen superiores, que luchasen cada balón desde el primer minuto, que siempre quisiesen un gol más, el mérito de Del Bosque ha sido la tranquilidad con la que ha llevado la concentración. 50 días son muchos días cuando hablas de manejar los egos de 10 jugadores que a penas juegan, y más cuando hablas de jugadores de la talla de Cesc, Valdés o Reina.

Pues, lo dicho, merecida victoria (consecuencia de ser los mejores con diferencia, aunque unas Alemania y Holanda valientes hubiesen puesto las cosas de color oscuro), sufrida y que añade un plus de épica a lo campeón, que al igual que la Eurocopa (por juego y por el propio título), marcará para bien a las generaciones futbolísticas venideras, por el quién (Iniesta, uno de los jugadores más mágicos que he visto) y el cuando (en el final de la prórroga de la final del Mundial).

Joder, qué grande es sentirse Brasil durante un tiempo. Bueno, ya no queremos ser Brasil; queremos ser La Roja, copón.

¡Viva el fútbol!

sábado, 10 de julio de 2010

TT: Ese hombre.

Siempre he dicho que es un solete, pero me habían contado que era muy chulín, muy gallito.
No lo he creido nunca.... hasta que recibí su foto.

jueves, 8 de julio de 2010

España-Alemania. Semifinal.

Bueno, ahí va: Me equivoqué al insultar a Del Bosque cuando ví el equipo que sacaba.
No me gustaría que sonase a pataleta, pero tengo claro que se ha confundido en todos los partidos, pero le ha salido bien. 
El partido de ayer debería haberlo encarado como lo hacen las grandes selecciones, con un poco de intimidación. Y lo cierto es que un Torres al 25% impone más que un pedro al 100%. Pero, como decía, me confundí por algo muy básico: entendía que le sacaba como extremo izquierdo redundando en errores de partidos anteriores, pero Pedro salió como los locos bajitos de la Eurocopa, a ser un mediapunta más de toque y desmarque, de presión y apoyo.
Allá está el acierto de Vicente, en poner lo que faltaba, un medio más.
Supongo que lo de poner a Pedro viene por varias circunstancias (y ninguna de ellas es que haya rendido en los minutejos sueltos que le ha "regalado" hasta ahora en el Mundial):
  • Cesc estará francamente mal. Lo lógico, si no es Torres (que volverá a marcar el gol del campeonato), es poner a Fábregas, un jugador espectacular, un líder (atentos a la jugada publicitaria de LIDL; comprad la cerveza que van "a regalar", está cojonuda), un jugador que toca y se mueve, que tiene disparo de media distancia, toque y llegada a gol. En definitiva, el que puso en la final de la Eurocopa lo que no nos daba la pareja Villa-Torres.
  • De Silva, no puedo decir que tenga alguna lesión pero, al igual que Mata, debe tener un estado de forma pésimo para que no tire de él (de ellos) con la falta que hacen ese tipo de jugadores para controlar el partido con un ojo puesto en la presión y otro en el contraataque.
  • Se podría decir lo mismo de Navas, aunque su caso no puede ser el estado de forma porque fue de los que sobresalió en la preparación y en la fase de grupos. Igual falla de donde otras veces: la cabeza.
  • Llorente espera, agazapado como león que es. Contra Holanda tendrá su oportunidad.
Por todo esto y por la excelente temporada que se ha marcado el muchacho, Pedro fue titular y jugó perfecto (si descontamos la jugada en la que no le llegó la sangre suficiente al cerebro o a las piernas cuando se quedaron Villa y él soliiiiitos en el borde del área alemana).
Ahora los fallos del rival, que se pueden resumir en uno sólo: Löw afrontó el partido como lo han afrontado los seleccionadores españoles a lo largo de la historia, como afrontaba Cruiff los partidos en el Bernabeu. Con miedo.
Nadie se imagina el efecto que produce en un jugador que se sabe superior al rival (o al menos al mismo nivel) cuando el entrenador te llena las tres horas previas al partido más importante hasta ese momento (con la presión que ya de por sí mete eso al jugador) con, digamos, demasiadas precauciones. Eso que hacen muchos entrenadores (Maradona en este Mundial, sin ir más lejos y concediéndole al Diego un título que no merece) de encarar los partidos diciendo a los suyos lo buenos que son y lo malo que es el rival, es un error que recibe el castigo recibido. Pero que Löw, excelente entrenador, llene a los alemanes de charlas sobre "como perdamos el balón, nos matan"; "no debemos salir en tromba porque como nos la roben, nos pillan en bragas"; "Lahm, haz como Boateng: no subas NUNCA, porque como te pille la espalda Villa"; "tened cuidado con las caídas a una banda de Torres, porque eso significará que atacarán por el centro o la otra banda"; en definitiva, por decirle varias veces a sus jugadores lo que ya saben y que les hace dudar sobre si no será el tema más complicado aún de lo que ellos creen.
Si le añadimos un cambio tan grande como el de Pedro por Torres, sólo queda la firmeza de Mertesacker (pedazo de central, rápido a pesar de sus 12 metros de altura), el trabajo de Khedira (el que dicen que suena para el Madrid) y el peligro que tienen los delanteros como Klose que, aunque no estando a un gran nivel esta temporada, ha llegado al mundial como los brasileños, parece que reservándose.
P.D.: La desaparición de Özil y el de Schweinsteiger (¡a éstos sí que los fichaba yo!) no tiene que ver con el de Cristiano o Messi. Lo de éstos fue exceso de responsabilidad; lo de aquellos, un rival como España. Si se parece en algo es en lo difícil que se hace la transición defensa ataque (si no optas por el pelotazo, claro) cuando careces de un centro del campo con su medio centro de toque, si bien es cierto que al menos, no es como el de Holanda con sus dos "sesinos rompepiernas".

lunes, 5 de julio de 2010

Oh Menagenémonos en Getafe el 10/07/2010.

¿Quién quiere beberse las cervezas de Popeyesmit?
Razón en portería.
Dejad vuestros comentarios, si queréis dejar algún dato personal (correos, teléfonos y demás), podéis dejarlos sin problemas porque aquí, lo único moderado son los comentarios.
Salud, República y más escuelas.

domingo, 4 de julio de 2010

Argentina-Alemania.

Un equipo con entrenador ganó a una banda con mafioso.
¿Simplificar? Definir.
Maradona no es un entrenador, es un convocador y en eso, también se ha equivocado. No puedes dejar a Cambiasso, o a un jugador como Zanetti, capitán del campeón de Europa con más de un millón de partidos... y traer a Palermo. No puedes tener una posición "propia" en el campo, el "5" argentino, y no llevar a ningún 5. No puedes jugar sin centro del campo, salir con una especie de 4-2-4, sin sistema defensivo, sin sistema ofensivo y pensar que puedes ganar a España, Brasil, Alemania, Holanda, Chile.... y pasarte el Mundial metiéndote con todo el mundo, hasta con Pelé.
Marcó Alemania en el minuto 2 (dejando en evidencia a una defensa a la que se supone luchadora, cuando en realidad es peleona) y se acabó el partido. Se acabó por la imposibilidad de Argentina de llevar el partido al lugar que le convenía y se acabó por el enorme poderío de Alemania. Ellos si que pueden cambiar de marcha, dominar o jugar al contraataque. Ellos sí que asustan.
Final anticipada el día de San Fermín, mal que les pese a Rosanna y a Hugo. Sería preciosa una final contra Uruguay. Suerte.

Y para fútbol, el de éste. Feliz 8º cumpleaños, David.

Praguay-España

Esta vez, Del Bosque casi acierta con los cambios y con el tiempo para hacerlos. Pensé que sacaría a Llorente en lugar de a Cesc. Acertó de pleno porque, como llevaba viéndose todo el partido, faltaba uno más en el centro para darle fluidez al juego y, cuando se vió que la circulación había mejorado..... quita a Xabi para meter a Pedro (si quería meter a un extremo, mejor Navas, que el lateral izquierdo suyo es un muerto y tenía amarilla).
Por suerte, parece que Vicente tiene buena estrella. A ver si lo aprovechamos.
P.D.: Como siempre en cuartos, lo tenemos ganado de calle, nadie ha visto al rival y piensa todo el mundo que es fácil. Bélgica, Dinamarca, Corea del Sur..... hay tantos ejemplos que no me lo explico. Eso sí, parece que la tanda de penaltis de la Euro'08 contra Italia ha cambiado la tendencia autodestructiva de una Selección (la española) con más calidad de la que demuestra su juego. Alguien dijo, creo que Manolo Lama, los entrenadores son un mal menor. No creo que sea cierto, pero en casos como los de España en la que los jugadores juegan solos, bien y casi sin querer, a no ser que llegue un animal que se crea más importante que sus jugadores y que el propio fútbol, a estos sólo les puede parar Alemania.

sábado, 3 de julio de 2010

Vicensç Navarro: Gobernar es tomar medidas impopulares ¿para quién?

Vicenç Navarro
El Plural

Una frase que se está generalizando en ciertos sectores del establishment político español, incluyendo el gobierno español, es que gobernar significa “no temer a tener que tomar decisiones impopulares”. Esta frase se está utilizando para alentar al gobierno a tomar medidas como la congelación de las pensiones, la destrucción de puestos de trabajo en el sector público, la reducción de los salarios de los empleados públicos, la reforma laboral que facilitará los despidos y la reducción salarial, medidas que están siendo, como es lógico, altamente impopulares entre las bases electorales del partido gobernante.
Encuentro esta frase, además de enormemente arrogante, carente de sensibilidad democrática. La función primordial de un representante político es representar a sus electores, pues es la voz de aquellos que le han elegido. El poder de tal gobernante deriva única y exclusivamente de la soberanía otorgada a él o a ella por la población a la cual representa. Y si hay un conflicto entre lo que el representante opina y lo que los representados desean, es el representante el que debe cambiar o dimitir. No es el representado el que tiene que dimitir. La población vota a un programa con el cual el representante está comprometido. Y ninguna de estas propuestas del gobierno Zapatero, por cierto, estaba en la lista de políticas públicas en cuyas bases el gobierno fue elegido.
Muchas de las voces que sostienen aquella frase de que hay que ir en contra de la opinión de los representados parecen ser conscientes de la incoherencia de tomar posturas contrarias a su electorado. De ahí que subrayen el tema de la comunicación, aduciendo que la impopularidad de las medidas se debe a la falta de comunicación entre el Gobierno y su electorado. Es el eterno argumento de que las masas no entienden a las élites gobernantes que tienen que cargar en sus hombros la responsabilidad de tomar decisiones impopulares e incomprendidas. Esta actitud menosprecia, no sólo la inteligencia y madurez del electorado, sino que sobreestima las dotes del representante, creyendo que él o ella saben más lo que beneficia e interesa a su electorado que el propio electorado.
La realidad es que la impopularidad de cada una de estas políticas que el gobierno ha tomado no se debe a que no se hayan explicado. En realidad, los medios de mayor difusión del país no sólo las han explicado, sino que las han promovido activamente, pues la mayoría son de ideológica neoliberal. Y, en cambio, las bases electorales del gobierno socialista español, así como la mayoría de la población, no aceptan tales medidas, y con razón.
En toda esta justificación, la frase que debiera utilizarse no es si hay temor a tomar medidas impopulares, sino entre quiénes son impopulares. Lo que estamos viendo es que se están tomando medidas impopulares entres los débiles, y muy populares entre los fuertes, medidas que éstos últimos han estado deseando tomar desde hace muchos años, y ahora, con la crisis (que ellos crearon), tienen el momento para implementarlas. La congelación de las pensiones, por ejemplo, fue impopular entre los pensionistas, pues ellos tendrán que pagar un déficit que se crea en las cuentas del estado (1.500 millones de euros) que podría haberse evitado no bajando los impuestos de patrimonio (2.500 millones) que beneficiaron primordialmente a las rentas superiores. El gobierno no tuvo temor en tomar medidas impopulares entre los pensionistas y muy populares entre las rentas superiores. El coraje que se exige, no es disminuir los beneficios sociales y laborales de la clase trabajadora, sino enfrentarse a los grupos más poderosos (desde la banca y la patronal a las rentas superiores). Y es ahí donde su cobardía es decepcionante, lo cual es incluso más acentuado entre las derechas españolas y catalanas, siempre muy próximas al mundo financiero y empresarial, y muy lejanas de los ciudadanos de a pie. De ahí que las derechas utilicen constantemente la cruz y la bandera para conseguir el apoyo que sus políticas económicas y fiscales dificultarían. Las izquierdas no pueden regirse por el mismo criterio de coraje que tienen las derechas, y han de tener valor para tomar medidas impopulares entre los poderosos en este país, que, por desgracia, no son las clases populares.
Vicenç Navarro es Catedrático de Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra, y Profesor de Public Policy. The Johns Hopkins University (www.vnavarro.org)

Vicenç Navarro: Las causas del debilitamiento de la Europa social.

A primera vista parecería que hasta los años que precedieron la crisis económica y financiera, la Europa Social (es decir, los estados del bienestar de los países miembros de la Unión Europea) tenían buena salud. En realidad, el gasto público social (como porcentaje del PIB) fue aumentando desde los años noventa. En los países de la UE-15 (el grupo de países más ricos de la UE), su promedio creció del 25,4% en 1990, al 27,4% en 1997, al 27,7% en 2003 y al 27,9% en 2005.
Ahora bien, hablar de promedios es muy sesgado y puede ser desorientador. Uno puede ahogarse en un río que, como promedio tiene sólo diez centímetros de profundidad. Puede estar seco en su mayor extensión, pero puede tener una zona de tres metros donde la gente puede ahogarse. De ahí que es importante ver su variabilidad alrededor del promedio. En la UE-15, el país que tiene un gasto público social más bajo es España (20,9% del PIB en 2005). Y el más elevado es Suecia (32%). La causa de este diferencial es predominantemente política. Las derechas históricamente han sido muy fuertes en España (y en otros países del Sur de Europa) y las izquierdas lo han sido en Suecia (y en los países del Norte de Europa). Es importante que se subraye esta explicación porque hay un intento por parte de economistas neoliberales de ocultar y diluir esta causa política del subdesarrollo social, atribuyendo el gasto público social al nivel de riqueza de un país. Siguiendo un tipo de determinismo económico, se postula que a mayor nivel de riqueza de un país, mayor es su gasto público social. Esta postura es errónea y es fácil de mostrarlo. EEUU es el país más rico del mundo y en cambio es uno de los países con un gasto público social más bajo. Y España ya no es un país pobre. Su PIB per cápita ya representa el 94% del promedio de la UE-15. Y en cambio su gasto público social per cápita no es el 94% del promedio de gasto público social per cápita de la UE-15, sino que es sólo un 74%. Si fuera el 94%, nos gastaríamos 66.000 millones más en nuestro estado del bienestar de los que nos gastamos ahora. Es importante que esta situación se conozca porque existe hoy una postura muy generalizada, no sólo entre los partidos conservadores y liberales, sino incluso en el equipo económico del gobierno Zapatero, que justifica los recortes del gasto público con el argumento de que como país nos gastamos más de lo que nuestros recursos nos permiten. Y de ahí deducen la necesidad de aplicar medidas de austeridad de gasto público. Esta interpretación de nuestros males, asumiendo que la crisis es consecuencia de que “nos gastamos más de lo que tenemos”, se ha extendido también en toda la UE y es el nuevo dogma que justifica los grandes recortes del gasto público a fin de reducir el déficit y las deudas públicas. Pero es fácil demostrar que este dogma está profundamente equivocado.

En España nos gastamos, repito, 66.000 millones menos en la España social de lo que deberíamos gastarnos según nuestro nivel de desarrollo económico. Y el hecho de que no se gasten es porque el estado no los recoge. No es, pues, que España no tenga los recursos. Los tiene y muchos (66.000 millones de euros). Lo que ocurre es que el estado no recoge estos fondos. Esta es la realidad que, o bien se desconoce, o bien se ignora deliberadamente para justificar las políticas de austeridad de gasto público que se están siguiendo en España.

Y ahí está la raíz del problema, la enorme regresividad del sistema fiscal que en muchos países de la UE-15 ha ido creciendo desde el inicio de la era neoliberal. Veamos los componentes de esta regresividad, comenzando por los impuestos. (La mayoría de datos que aquí presento proceden del libro Global Finance and Social Europe, colección dirigida por John Grahl y publicado por Edward Elgar. 2009) Los ingresos al estado, por vía impositiva, han disminuido en la UE-15, pasando de representar en 1996 un 39,8% del PIB a un 39,3% en 2004, descenso más acentuado en los países integrados en la unión monetaria (pasando del 38,0% al 34,5%). En EEUU, por cierto, bajaron también, pasando del 27,3% al 25,4%, lo mismo que en Japón, que pasaron del 27,3% al 25,4%, durante el periodo 1995-2004.

Pero, además de bajar los ingresos al estado (a pesar de que el nivel de riqueza aumentó), vemos que la gravación de las rentas del capital (mucho más bajas que las rentas del trabajo), descendieron todavía más. La tasa de gravación de las rentas del capital en los países de la eurozona pasó de representar el 17,0% en 1995 al 14,0% en 2003, el mayor descenso entre el grupo de países de la OCDE (el club de países más ricos), mientras que las rentas del trabajo continuaron siendo gravadas al 35%. La tasa de gravación del consumo se mantuvo al mismo nivel, con un ligero aumento del 20,5% en 1995 al 20,8% en 2003. Estos datos muestran que fueron las rentas del capital las que se beneficiaron más como consecuencia de las políticas fiscales aplicadas durante aquel periodo. Otro grupo que se ha beneficiado enormemente son las rentas superiores, que han visto descender su tasa de gravación del 51,52% de su renta al 49,20%. Para entender estas cifras hay que saber que cada 0,1% de descenso en la tasa de gravación representa miles de millones de euros que los estados dejan de ingresar.

¿Cómo se justifican estas políticas tan favorables a las rentas del capital y a las rentas superiores? El discurso neoliberal (presente en la mayoría de partidos gobernantes en los países de la eurozona) es que el capital y las personas de rentas superiores (los ricos) son muy movibles y si los estados no los miman dejarán el país. Son parte de las clases cosmopolitas que se mueven de un país a otro como parte de la jet-set. Ahora bien, los estados pueden intervenir para disminuir tal movilidad. Y si no lo hacen es predominantemente por razones políticas, es decir, que no se atreven a enfrentarse con intereses fácticos tan importantes como, por ejemplo, la banca. Hoy, gran parte de los movimientos del capital financiero son de tipo especulativo, es decir, que se enriquecen sin crear riqueza. Es la economía del casino que nos ha llevado a la crisis que estamos viviendo. De ahí que debieran eliminarse estas actividades y gravar fuertemente esta movilidad de capitales a corto plazo. La existencia de los paraísos fiscales (que existen, no sólo en Suiza y Luxemburgo, sino también en Alemania, EEUU, Bélgica e Irlanda) dañan, no sólo a los países donde tales paraísos existen, sino a los países de los cuales provienen estos capitales. Significan el caso de evasión y corrupción de capitales más importante del mundo, de la eurozona y de España. El hecho de que incluso ahora, tras el enorme daño que han causado, los estados no hayan intervenido todavía, muestra la naturaleza política del problema.

Otras medidas, además de coordinar las políticas fiscales entre los países de la UE, es establecer unos estándares de gravación empresarial, por debajo de los cuales no podrían permitirse operar a las empresas en un país. Ello estaría encaminado a evitar el fenómeno Irlanda, que ha basado su desarrollo dentro de la UE, a base de salarios e impuestos bajos, resultando un estado con escasísima sensibilidad social y baja calidad de vida. Esta estrategia de desarrollo, que ha seguido también España, conduce a un desarrollo caracterizado por enormes altibajos, sin basarse en una riqueza estable y bien repartida (como la de los países nórdicos).

Se requiere también el desarrollo de normativas sociales como condición de permanencia en la Unión Europea, garantizando la existencia de derechos sociales y laborales (tales como la universalidad de protección social en todas sus categorías), así como un código obligatorio (no voluntario) de conducta de las empresas, expandiendo su criterio de beneficio y productividad, considerando beneficio no sólo la rentabilidad para sus accionistas y gestores, sino también su aportación a la comunidad. Tales reglas y derechos deben establecerse a nivel de la UE, estableciendo las condiciones para alcanzar un pacto social a nivel comunitario, lo cual requeriría una legislación a nivel continental que permitiera convenios colectivos a nivel europeo (lo cual no existe hoy en la UE). Y debieran incluirse impuestos a nivel comunitario, tales como impuestos de protección ambiental, que sirvieran para fines sociales ampliamente populares.

En realidad, no es difícil ver las políticas públicas que debieran hacerse, tanto a nivel de cada estado como a nivel de toda la UE y de la eurozona. Lo difícil es que se lleven a cabo, y ello resultado del dominio de las fuerzas conservadoras y liberales en los estados miembros de la UE, así como en el Consejo Europeo, en la Comisión Europea y en el Banco Central Europeo. La construcción de la Unión Europea se ha hecho mediante políticas neoliberales que han dañado el bienestar de las clases populares del continente. Las rentas del trabajo como porcentaje de las rentas nacionales han disminuido en la mayoría de los pases miembros de la UE (ver mi artículo “Lucha de clases en la UE”. Público. 17.06.10), durante los años de construcción de la UE y de su eurozona. En la mayoría de los países de tal zona monetaria, el aumento notable de la productividad no se ha correspondido con el consiguiente incremento salarial, habiendo sido las rentas del capital las que se beneficiaron más de aquel aumento. Entre estas últimas rentas, las del capital financiero han alcanzado niveles de enorme exhuberancia, siendo su comportamiento una de las causas de la crisis actual. Ha sido, pues, la enorme polarización de las rentas (resultado, en gran parte, de las políticas fiscales regresivas) las que determinaron la problemática existente en estos países. Las soluciones a esta problemática requerirán la reversión de aquellas políticas fiscales regresivas, lo que exige unos cambios en las relaciones de poder existentes en la UE y en sus estados miembros con mayor poder e influencia por parte de las clases populares a costa del excesivo poder que hoy tienen los grandes grupos financieros y empresariales y rentas superiores en aquellos países. Ello debiera conducir a cambios en la orientación económica y fiscal de muchos partidos de centro izquierdas e izquierda (que tradicionalmente han representado a las clases populares), que, al hacer suyas las políticas neoliberales, se convirtieron durante estos años en parte del problema, en lugar de en parte de la solución.

1 de julio de 2010

Vicenç Navarro, Catedrático de Políticas Públicas de la Universidad Pompeu Fabra y Profesor de Public Policy. The Johns Hopkins University

http://www.sistemadigital.es/News/ItemDetail.aspx?id=2467

Eduardo Sotillos: Ahora es una huelga política.

Los trabajadores del Metro de Madrid han planteado una huelga muy dura-de palabra y de obra- en defensa de sus salarios. Durante dos días no se han respetado los servicios mínimos impuestos por la empresa, y han saltado las alarmas. Ha sido la ocasión esperada por quienes solo anhelan que los sindicatos reserven sus fuerzas para la huelga general anunciada contra el gobierno socialista, pero los denigran y descalifican cuando plantan cara a una administración regida por el Partido Popular.
El debate permanente sobre la impopularidad de una huelga que afecta a los servicios públicos utilizados masivamente por otros trabajadores se reproduce sin alcanzar puntos de encuentro entre la natural incomodidad que han de soportar quienes no son responsables del conflicto y la solidaridad deseable con aquellos que están defendiendo, en su área, unos principios que tendrán su aplicación en cualquier otro ámbito de las relaciones laborales. Hoy por ti, mañana por mí.

No seré yo quien ose adoctrinar a los dirigentes sindicales-cargados de experiencia- sobre las mejores formas de gerenciar un conflicto de tan delicada naturaleza y, sobre todo, prevenirse ante la esperable campaña desplegable, disparando por elevación, contra el prestigio del movimiento sindical en su conjunto. Es de suponer que no les habrá cogido por sorpresa la ofensiva lanzada desde la Comunidad de Madrid. La reacción, sin embargo, ha sido demasiado burda y solo podrá engañar a quienes quieren ser engañados. Con su habitual estrategia, consistente en trasladar responsabilidades a terceros, la omnipotente Esperanza Aguirre, la que no deja que nada quede fuera de su control, lo mismo pide ayuda a los ministerios para controlar la conflictividad, que desplaza al gobierno socialista la autoría de unas medidas que ella ha exagerado ampliándolas hacia empresas publicas no previstas en el Real Decreto emanado del Consejo de Ministros.

Pero no contenta con crear esa cortina de humo, la Presidenta de la Comunidad de Madrid ha seguido avanzando, con frívola imprudencia, hasta territorios de riesgo que precisan de una respuesta contundente. Su mensaje de que los huelguistas están actuando como marionetas de su oposición política es tan insultante para los sindicatos como para los partidos políticos. Insultante y falsa. Pero no es nueva. Esa ha sido siempre su reacción cuando ha tenido que enfrentarse a protestas de los trabajadores de la Sanidad o las reivindicaciones de los docentes. Esperanza Aguirre- lo afirmo conscientemente- siente un desprecio profundo, una animadversión visceral, por los sindicatos,” una plaga de parásitos y liberados”, y una falta absoluta de respeto hacia los partidos políticos de izquierda a los que dificulta constantemente la práctica de la oposición en el Parlamento regional.


“¡Si esta no es huelga política, que baje Dios y lo vea!” ha declarado, sabiendo que un nutrido coro mediático iba a jalear a la diva. Pues esta vez tiene razón. Esperanza Aguirre ha convertido una reclamación laboral en un conflicto político. A ella corresponde ese mérito .La huelga del Metro de Madrid ha servido, gracias a los excesos verbales de la señora Aguirre y sus corifeos, para desnudar la realidad: cualquier pretexto es bueno para tomar la delantera a Rajoy y encabezar la guerrilla contra el presidente del gobierno, su principal objetivo. Ante esta exhibición de voluntad política, resultaría suicida y desleal no marcar claramente los territorios y no denunciar su comportamiento. Solo le faltaría a Esperanza Aguirre recibir caritativas palmaditas en la espalda cuando le falta aliento para resolver los problemas que genera. Si está sobrada de palmeros…

viernes, 2 de julio de 2010

Brasil-Holanda.

Se lo estaba buscando. Dunga, digo.
No es que Holanda intente algo muy diferente, pero con menos mimbres, Van Marwijk ha querido un poco más.
(Acaba de empatar Forlán; me alegro por mis sáquidas uruguayos)
No sólo España en la última Eurocopa, sino las propias Brasil y Holanda han querido siempre ganar y gustar, con rigor, con mucho trabajo, sin tener la cabeza loca, pero hasta la llegada de Dunga para acompañar a Mauro Silva, a Mazinho cuando no a los dos. 
Tras ese mundial de EE.UU., se acabó el fútbol que a todo el mundo (incluido Clemente) le gusta. Se acabó el toque, los extremos de verdad (los que eran delanteros, no centrocampistas), se acabó también la "lógica" en la elección de los números (¿recordáis a Campos, el arquero mejicano?).
Bueno, a lo que iba. Se lo tiene merecido ese entrenador ramplón por eso, por ramplón. 
Que a Camerún, Grecia o Paraguay les entren las ganas de como mínimo empatar, en lugar de las de ganar, parece hasta lógico. Por historia y por jugadores. Pero que una selección como la de Brasil (o la de Inglaterra, o la de Italia; otras veces era Alemania o la propia España) lo que le preocupe sea darle el balón al contrario para robar y atacar con tres, le debería dar vergüenza, y más cuando son ellos mismos los que, a base de campeonatos, enseñaron al mundo que el fútbol es un juego, además de un deporte y que si no te diviertes, es difícil ganar.
Que resten los campeonatos de Italia (restandoles los que ganaban cuando se sabían mejores) a los de Brasil (si restamos los que ganaban intentando parecer peores que el resto) y el número será positivo, como positivo es y será intentar jugar mejor que el contrario. 
Parece un tópico, pero si el contrario no tiene el balón, no puede ganarte.
(Ahora dicen que calienta Abreu ¿Dónde quedaron los jugadores como Recoba que tanto necesitaría ahora mismo la Celeste? ¿Soy al único al que Silva le recuerda a ese extraordinario jugador? Suerte para Uruguay; sería preciosa una final España -o Argentina- vs. Uruguay).