martes, 29 de septiembre de 2015

Publicado en www.SomosF1.com con el título "Música para tus oídos"

Los armónicos en la música, son las frecuencias secundarias que acompañan a la principal y que en ocasiones no son audibles, o al menos, no son las que percibimos claramente. En Fórmula 1 son esas "notas" que pudimos escuchar en el motor de un Renault "tocando" el God Save The Queen en 2007.

Fuente wikimedia.org
Mejor dicho, en lugar de decir "son esas notas"tal vez debería haber dicho "eran esas notas" porque, ahora, en esta nueva Fórmula 1 cada vez más autolimitada, "los notas" somos quienes seguimos dedicando parte de nuestras vidas a disfrutar de un deporte que, si bien es cierto que ha tenido innumerables complots y conspiraciones a lo largo de su historia, tal vez estamos viviendo una época en la que existen infinidad de posibilidades para innovar, se dedican a disparar en su propio pie, dificultando con países exóticos sin tradición (y sin afición en algunos casos), pésimos horarios, absurdas regulaciones, disparidad de criterios de los comisarios, sanciones exageradas y zancadillas a quienes simplemente se dedican a intentar adelantar.

Bien, volviendo a la música que te lleva a lugares y tiempos lejanos, trae consigo alegrías y penas, sabores y olores, frío en la piel, aplicados a la Fórmula 1 esos armónicos, esas notas agudas y potentes, han dado paso a un sonido bronco, rasgado, de cantante de Jazz fumador y borracho que trae consigo tristeza y añoranza; tristeza por la música que escuchamos; añoranza por la que escuchábamos.

Si en aquel primer Ferrari que escuché in situen aquel F2002 sólo podía escuchar "La cabalgata de Las Valkirias" de manos de una orquesta sinfónica, en los coches de hoy en día, parece que estemos escuchando Cadena Dial.

Mercedes, en esta nueva época híbrida, nos trajo un disco de Pablo Alborán, liderando con su W05 todas las listas de éxitos, copando minutos de radio con su voz quejumbrosa, a veces grave, a veces aguda, pero siempre suavecita, sin percusión, sin fuerza, tal vez sin pasión, con muchos melismas, con algunos gallos. Con el SF15-T, Ferrari ha puesto en el mercado un disco de Melendi, una música fácil de escuchar, con alguna carga de profundidad en sus letras, pero bastante plana cuando juzgamos su forma de cantar (por decirlo de alguna manera) porque, sí, han ganado alguna carrera, su música puede incluso emocionarte, pero siendo objetivo, por muchos tacos que diga en sus frases, es una música tan ñoña como la de Pablo Alborán. Vamos, que aunque el rojo parezca más apasionado que el frío gris, tienen demasiados puntos en común como para que me gusten más que "La Flauta Mágica" ¿de Mozart? No, del McLaren que en manos de Ayrton Senna y Alain Prost no sólo fue "el disco más vendido", sino que obtuvo el 92% de los puntos posibles.

Y para terminar con los símiles musicales, me está costando mucho trabajo comparar la tos psicógena de otro McLaren, de otro McLaren con motor Honda, de otro que no es el MP4/4 del que hablábamos antes, sino el sonido del violonchelo desafinado con el que Fernando Alonso y Jenson Button tratan de terminar las carreras. No quiero compararlo con la voz de Joaquín Sabina, porque corro peligro de morir en manos de algunos amigos. Tampoco me arriesgaré a que mi pareja me agreda porque compare al lamentable MP4-30. En ningún caso padeceré el acoso que me esperaría de compararlo con Alejandro Sanz (hablando) o con Enrique Iglesias (haciendo eso que él llama cantar). No, lo dejo a su elección, querido lector. Póngale el nombre que usted sufra cuando vaya de viaje y su pareja insista en hacerle daño en los oídos. Compárelo con aquellas cintas de Los Chichos con los que su padre les maltrataba camino de Torrevieja. Incluso, yendo más allá, llamémosle "sonido Mercadona", como llamo a esas malditas cancioncillas que, una vez escuchadas, se te meten tan dentro que te invitan a no volver a salir de casa y a no poner la tele. Aunque haya Fórmula 1.

A. Santiago @soyelantonito

Publicado en www.SomosF1.com con el título "De sinónimos, arcanos y filosofía"

Hundidainsondableinferiorabismalabisallúgubredescendentesepulcralyacente,deprimidapunzantedolorosapenosaintensalaceranteignotaindescifrableoculta,inescrutablefurtiva recóndita. Todas estas palabras son, en sus diferentes acepciones, sinónimos de "Honda".

Fuente mascoche.net
Hundida, su imagen como equipo ganador que nos dejó en la memoria gracias a su anterior matrimonio con McLaren. Claro, que es algo que puede esperarse de cualquier pareja cuya relación, a pesar de ser intensa, no es proporcionada cuando una de las partes hace sentir inferior a la otra. Tal vez eso hace que la distancia sea abismal entre lo que dicen y lo que hacen los chicos de Arai San. Esta relación, este matrimonio, consta de dos partes: una, la británica, permanece oculta cuando de buscar culpables se trata, mientras la otra, la japonesa, ha entrado en una espiral descendente de declaraciones que, lejos ya de ilusionar, provocan una sensación dolorosa punzante en la suficientemente maltratada moral de quienes admiramos a Fernando Alonso.

Esta desconfianza que provoca en nosotros la insondable lista de promesas incumplidas del tipo "de aquí a un rato, seremos mejores que Ferrari", hace que lancemos una mirada furtiva al pasado en Ferrari, lleno también de la penosa promesa de que "el año que viene, sí que sí", una lúgubre promesa, que llevaba implícita la lacerante herida de la confianza traicionada, de un futuroinescrutable, que nunca podría ser seguro, que podría deparar igualmente el reverdecer de los laureles nunca del todo secos... o la situación vivida por el asturiano en esta relación que se hizo larga, deprimida, vacía de esperanza, con una pareja yacente en el dolor, en la pena, regodeándose en las victorias pasadas, obviando el silencio sepulcral de su hasta este año poco visitada sala de trofeos.

Eso sí, esta relación con poco futuro (no por su duración, ya que nunca hay que menospreciar el poder de los yenes, sino por su inexistente capacidad para dar un volantazo), está llena de momentos Zen, de mucha profundidad filosófica, de una recóndita lógica que, nunca superficial, hace que los aparentemente frágiles cimientos de la relación McLaren-Honda puedan bajo una fachada de seriedad indescifrable, contener la ignota filosofía oriental que tanto atrae al campeón español.

Sea como fuere, por muy en plan rollo Samurai que se ponga, Fernando Alonso ha visto como, tras una carrera en la que tenía más o menos asegurados los puntos (y que no le dejaron terminar desde el muro por temerse el equipo una avería en la caja de cambios, ya saben, los sensores detectaban alta temperatura de aceite), sus jefes, tal vez tratando de ahorrarse mancillar su propio honor al salir los últimos, previendo alguna avería el viernes o el sábado (no sería la primera vez que les quitan más posiciones en parrilla que puntos en el carnet a Ortega Cano), lo que hicieron fue tirar por tierra la templanza mostrada por el ovetense durante todo el año, calladito, prudente y simpático ante averías en las últimas vueltas, fallos garrafales en sus pasadas por boxes, malas estrategias e, incluso, un accidente en "extrañas circunstancias". Y para esto, para ensuciar la imagen de Honda, no era imprescindible que Alonso dijese aquello de GP2 por radio; para lo que es imprescindible sin ninguna duda, es para que los descreídos, los omnipresentes antialonsistas que llenan las redes sociales de nuestro país con una inquina sacada de la fosa abisal del resentimiento nacido de la envida, sepan, no olviden nunca, que el guerrero que Fernando lleva dentro no ha abandonado la Fórmula 1, que sigue aquí, que luchará hasta el final, si no por ganar, al menos por divertirse.

Y eso, que él se divierta, significará que lo haremos quienes disfrutamos de esta locura llamada Fórmula 1.

A. Santiago @soyelantonito

viernes, 4 de septiembre de 2015

Crónica de los FP1 del GP Italia (publicado en http://www.somosf1.com/)

Lewis Hamilton lidera unos Libres 1 con muchas historias, pero con muy poca historia, más allá de lo esperado: Mercedes domina, el resto funciona según el plan.

Fuente Formula1.com
Tanto Force India como Williams, se muestran solventes en un circuito tan rápido como el de Monza, así como Ferrari (que sustituyó durante la sesión los frenos de Kimi Räikkönen), que parece la única alternativa seria al mundial si nos olvidamos de que Mercedes ganó antes de que éste empezara. Cabe destacar, más por intuición que por prestaciones reales, el papel que puede desempeñar en esta carrera Force India. Tal vez esto también sea previsible, puesto que siempre se han mostrado muy rápidos en circuitos con baja carga aerodinámica, pero durante toda la sesión hemos podido disfrutar de una conducción muy suave, muy fina de sus pilotos.

La parafina ha estado, como siempre en las FP, muy presente. Hasta el punto de que, en su vuelta de instalación, Daniel Ricciardo ha vuelto a boxes con el casco y la visera pintados.Podría decirse que aún así, no le han pintado la cara, puesto que ha parecido más cómodo durante toda la sesión que su compañero, el ruso Daniil Kvyat.

Carlos Sainz ha tenido algunos problemas con su coche, probablemente achacables al software que controla algún nuevo mapa de motor, puesto que reportaba en un primer momento una especie de pérdida intermitente en el flujo de combustible al motor. Después, se ha quejado de que en las frenadas, el coche quedaba en neutral (punto muerto), con la consiguiente pérdida del freno motor. Tal vez, esto le ha llevado a perder el coche en la parabólica, lo que ha terminado con su salida de pista y la consiguiente bandera roja al llegar la primera media hora de esta sesión de entrenamientos libres. En cualquier caso, no ha sido el único piloto que ha tenido problemas para mantener su monoplaza en pista (Vettel también ha hecho un trompo, éste, en la chicane del final de la recta de meta), probablemente, debido a la baja carga aerodinámica configurada para este circuito.

En el equipo líder del mundial, podíamos ver a un muy centrado Lewis Hamilton que, lejos de la intermitencia que suele mostrar en la mayoría de sesiones de FP1, hoy parecía espoleado por cada buen tiempo de su compañero Nico Rosberg. Un Rosberg que salía del garaje con dos cámaras montadas en los laterales del coche que parecían enfocar en cada uno de sus neumáticos traseros, tal vez debido a los problemas que tuvo en SPA, probablemente relacionados con un posible corte en los mismos por el pequeño alerón trasero que, de fino, parece una cuchilla.

Como decíamos al principio, muchos equipos han cumplido con lo previsible. Lotus, con Jolyon Palmer conduciendo el coche de Romain Grosjean; Sauber, con un Nasr que, pasando desapercibido, parece más rápido que el sueco Marcus Ericsson; Toro Rosso, que parece lejos de los puestos de cabeza; Manor, con unas enormes dificultades para que sus tiempos sean, estéticamente, mejores que el propio aspecto de su coche; y, cómo no, McLaren, con su tradicional  presencia anodina de esta temporada; todos, decíamos, han cumplido con el plan preestablecido: ni fu, ni fa...

Bueno, lo cierto es que con McLaren, más concretamente con la parte correspondiente a Honda de ese equipo, hemos tenido una sesión de lo más rara. No tanto porque hayan fallado sus motores (Fernando Alonso se ha quejado en algún momento de pérdida de potencia), sino por los nombres de los mismos. Hoy nos anunciaban a Kylie para Jenson Button y Mary, para el asturiano.Pues, bien, al final parece que "La Mary", está al nivel del en su momento famoso "Mariano". No en vano, antes de que terminase la sesión, a unos 25 minutos para el final, mientras el resto de escuderías repasaban con sus pilotos (todos en boxes) la telemetría y los objetivos de cara al final de la sesión, en el box de McLaren Honda, podíamos ver sobre los caballetes el monoplaza de Fernando Alonso, ya que estaban comenzando a cambiarle el motor, probablemente para montarle la unidad de potencia que ya utilizase en Hungría.

Veremos, de cara al resto de Gran Premio, la evolución de los monoplazas. Lo que no va a faltar durante todo el fin de semana, son esas pegatinas que lucen los pilotos en recuerdo a Justin Wilson, campeón en el año 2001 de la Fórmula 3000, que en el año 2003 fichó por Minardi (terminó la temporada corriendo las últimas seis carreras en Jaguar), consiguiendo un punto en Indianápolis. Lamentablemente, el piloto británico falleció el pasado 24 de agosto tras un accidente en la Indycar. 

Fuente Formula1.com
A. Santiago @soyelantonito