jueves, 23 de abril de 2009

Loli

¿Sabéis cuando me he dado cuenta de que me voy haciendo mayor? Ahora que veo que amigos que fueron y ya no lo son, se van sin que uno esté enterado.
El Viernes Santo, murió Loli, la mujer de Manolo Serrano, madre de Lola y Gerado (también de Manolo), familia de la que fuí muy amigo, pero sin saber como, permitimos que la amistad se enfriase.
Hoy he asistido a su funeral, y he sentido mucha pena, ganas de llorar, pensaba en canciones y poesías, me emocianaba más, y no quería llorar. Eso, el porqué de eso, es lo que más rabia me daba.
Soy tonto. ¿Por qué me preocupará tanto el qué dirán? Me daba mal royo que alguien pudiese pensar "este, tan amiguito que era, ahora, después de no habérsele visto el pelo durante su enfermedad, ahora viene, suelta tres lagrimitas y tan contento".
Siento mucho no haber estado cerca de ella y su familia, no sabía de su enfermedad. Me he preguntado varias veces el porqué de esta ingorancia. ¡Cuanto cuesta aparcar lo superfluo para llamar a un amigo y preguntarle ¿como estás?!
Nunca hay tiempo para esas cosas.
¿Cuantos powerpoints borramos que nos dicen eso de que vivamos el momento, que llamemos a los amigos?
Uno tiene su familia, sus trabajos, los partido sdel Madrid, la Fórmula 1, tomar unas cañejas.
Joder, me siento mal.
Desde aquí, mando un beso a Manolo, Lola, Gerardo, la tita Mari, el chato, a todos los Serrano.

jueves, 9 de abril de 2009

Oooooootra vez copiando al gran pericles

http://www.manolosaco.com/1306/educacion-contra-la-crisis/#comment-119426

No tengo muchas ganas de polemizar, pero si como izquierda sólo quedarais aquellos que sois decididamente anticapitalistas, la verdad es que ibais a ser bien pocos.

Hay otros que también nos consideramos izquierda porque creemos en la igualdad entre los hombres, en los derechos que éstos tienen a desarrollarse individualmente como personas y a relacionarse en las mismas condiciones que los demás con quienes les rodean. Que creemos en la dignidad de los seres humanos y en el respeto escrupuloso de sus derechos como tales sin distinción ni excepción posible. Que creemos en la paz y en el diálogo entre iguales para solucionar los conflictos. Que creemos en una redistribución más justa de la riqueza a través de un sistema tributario justo y la inversión pública. Que creemos en los servicios públicos y asistenciales de calidad que mejoren el nivel de vida de todos. Que creemos en el desarrollo sostenible, en las energías renovables y en el respeto al medio ambiente. Que creemos en la libertad de conciencia, de expresión, de reunión y de que cada uno pueda vivir allí donde lo desee. Que queremos un mundo libre, en paz y laico. Y que no creemos ni en los dogmas cerrados, ni en los totalitarismos, ni en los salvadores de la patria o de clase, ni en los gurús de la economía, la moral o los dogmas religiosos. El capitalismo o el socialismo o el comunismo o el anarquismo pueden ser sistemas para organizar económica y socialmente la vida de los hombres, pero cualquiera de ellos, si se impone como dogma, termina convirtiendo a los hombres en esclavos.

Por esta razón prefiero considerar lo que es izquierda como progreso material e intelectual del ser humano, al mismo tiempo que considero a la derecha como ideología basada en la conservación de las clases, las costumbres y la moral que nos han dictado nuestros antecesores.