domingo, 15 de noviembre de 2009

Al Mayurka

Tengo un nuevo amigo.

Se llama al - mayurka, pero yo le llamo Julio.

Es, como todos los sáquidas a los que considero amigos, alguien a quién te dan ganas de achuchar. Siento lo mismo con él que con un peluche ¿Qué pinta un tío tan grande dando abrazos a un señor al que no conoce? Pero el error no está en los abrazos: está en creer que no le conozco.

Internet para muchos (y para mucho) será el demonio, pero para mí es una ventana desde la que se tiene la oportunidad de gritar a los que merecen la pena (también de insultar a los insufribles), y ayer, el Sheriff, La Repú, Sergio Zawinul y yo, gritamos a alguien para que subiese a nuestra casa y así, podernos tomar un café con él.

No se puede considerar que el propio hecho de conocer a un amigo virtual haga que éste se convierta en real, pero en el momento en el que unos párrafos con los que convives demasiado tiempo para considerar que la vuestra sea una convivencia sana, se transforman por arte de magia en una persona que se alegra de verte (porque aún no sabe que eres un cabronazo, supongo), hace que te sientas bien, y que quieras hacer sentir bien a esa persona.

Intuyo que esa empatía será comparable a la que se siente al sonreír a un niño si, además, el niño te corresponde.

Puedes conocer a mis amigos (y a algún pesao) en la casa de otro amigo.

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