lunes, 3 de mayo de 2010

Mi tiempo libre

Llevaba unos seis meses trabajando en LIDL (sería, más o menos, por Navidad), cuando el único delegado de CC.OO. que había en el Comité de Empresa me preguntó que si quería ir en las listas para las elecciones de la primavera de 2009.
A mí, la verdad es que no me gustaba un pelo la idea, porque no tenía ninguna necesidad de meterme en jaleos, me llevaba bien con mi jefe y con mis compañeros y, conociéndome, suponía (y acerté) que mi forma de actuar iba a llevarme a enfrentamientos con la empresa y con los compis de UGT. Pero, el caso es que Juanma (así se llama el delegado que había antes en el Almacén) me dijo que él estaba cansado, que estaba pensando en cambiar de trabajo, que se había sacado el carné de camión y tal, y que lo mejor sería ponerme a mí de cabeza de lista y él de nº 2.
Lo consulté con la familia y, la verdad, me dijeron que "p'alante", que es algo que me gusta y que seguro que lo haría bien. Es que, me quieren más de lo que merezco.
Lo dicho, me presenté a las elecciones y el resultado fue el mismo que cuatro años antes: UGT 6, CC.OO. 1 e Independiente 2 (un Jefe de Departamento y un Jefe de Zona -al que, por cierto, tras un año en el Comité, aún no conozco-). La verdad es que esperaba un resultado mejor, pero con perspectiva, tampoco fue un desastre, habida cuenta de que UGT tiene más de 60 afiliados y CC.OO. el anterior delegado y yo. Ahora hay alguno más, pero eso no viene a cuento ahora.
Durante la campaña electoral cometí dos errores, los dos por exceso de confianza: uno, en la buena fe de los compañeros del sindicato cuando me dijeron la fecha a partir de la cual se podía pedir el voto; otro, en la buena fe de los "compañeros" de UGT, ya que, desde el primer día, pusieron trabas a mi actividad sindical.
Tras unos meses en los que en el Almacén, ni frío, ni calor, los compañeros la Sección Sindical de la red de tiendas, me propuso trabajar con ellos de un modo más activo, formando parte del grupo de trabajo y, también, de la bolsa de horas sindicales. Mi función, además de realizar al menos las visitas de tarde a las tiendas en las que se accedía mal en transporte público (El Escorial, Villalba, Galapagar, Aranjuez, Factory, Getafe, las dos Alcalás y Torrejón, especialmente), era ser el Secretario de Comunicación de la Sección Sindical CC.OO. LIDL-Madrid, encargarme de las publicaciones, comunicados y demás escritos, junto al mantenimiento del blog El Palé Digital.
Cuando empecé con estas publicaciones, comencé a notar tiranteces con los "compañeros" de UGT, llegando éstas a su punto álgido (eso creía yo) cuando, por una entrada en éste blog y con copia en el de la Sección Sindical, me niegan la documentación que legítimamente me corresponde como representante de los trabajadores. Es más, la empresa medió para que me diesen copia de unos acuerdos que solicité al enterarse de que iba a denunciar la situación a la Inspección de Trabajo.
Al entrar en la dinámica de la Sección Sindical, además de enterarme de todas las guerras, golpes de estado y transfuguismos habidos hasta entonces, también comencé a participar en la organización del reparto de labores y de cómo se administraban las horas sindicales. 
Lo que me chocó de lo que comentaban mis compañeros es que tenían sospechas de que la empresa les estaba permitiendo tomarse cientos de horas sindicales de más. No me lo podía creer. Pensaba que era imposible que se controlasen nuestro crédito horario hasta el punto de llamar a un compañero su Jefe de Zona porque debía 3 horas y media un mes (que no era el caso, ya que tenía un VPR -vacaciones o permisos retribuidos-) y que a ellos les pudiesen faltar más de 200 horas al mes. Se le comunicó a la empresa (una y otra vez) esta situación y se nos trató de convencer de que había que partir de cero, ya que, por el motivo de las horas, se había despedido a una trabajadora miembro de la Sección Sindical de UGT. También el Gerente responsable de asuntos sindicales (que, curiosamente no es ninguno de los dos responsables de personal -llamados en LIDL "Jefes de Relaciones Sociales"; toma eufemismo- ni depende de él el departamento de personal) nos intentó vender que había que tener "unas elecciones tranquilas, que no convenía a ninguna de las partes llevarse mal, joder que es por vosotros" y tal.
Pues bien, llegó a nuestros oídos ¡ese mismo día! que delegados de UGT estaban haciendo correr el bulo de que, si ganase CC.OO. las elecciones del 12 de Mayo en la red de tiendas (es dónde está el grueso de las Horas Sindicales, que parece el único objetivo de ésta gente -120 horas el Almacén, por 840+80 de la red de tiendas-) prorratearíamos la paga extraordinaria de Navidad.
Después de todo y con la confirmación por parte de la empresa de que "las horas las reparto yo como quiero, pero tengo bien apuntadito lo que deben" (con dos cojones), junto con los rumores que han llegado a mis oídos (y de los que me hago responsable de hacer públicos personalmente en este momento) de que el Gerente de Ventas revisa las listas de UGT antes de que sean publicadas por ése sindicato, todavía tienen los santos cojones de venir a mi blog a pedirme cuentas.
¿Queríais explicaciones? Aquí las tenéis.
Salud, "compañeros".

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