miércoles, 19 de mayo de 2010

Mirando al horizonte.


Le miro y no veo a un hombre, sino a El Hombre. Ése capaz de mirar al horizonte y sólo verse a él. Ése capaz de mirar a su dios por encima del hombro.
El Hombre, intenta convencer al mundo de que es faro y guía, por eso habla las lenguas de los hombres, por eso es ridiculizado por sus enemigos, porque no entendemos su mensaje de amor.
"Ama al dinero sobre todas las cosas y Aznar como a tí mismo" (Gürtel, 16-5).

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