Vamos a ver. Hay varias noticias rondando por ahí que parecen halagüeñas, pero que realmente son propias de leones con piel de cordero.
Una de esas noticias, sobra la que no me voy a extender hoy, es la que nos habla sobre los sobresueldos de nuestros pobres ex-presidentes. Digo que no me voy a extender porque, a pesar de cobrar de empresas energéticas (las pobres, apenas beneficiadas por sus respectivos Gobiernos), alrededor de 200.000€ en el caso de Aznar y más de 120.000€ en el de González, se permiten el lujo, no, nos permitimos el lujo de pagarles 80.000€ anuales de los Presupuestos Generales del Estado.
La otra noticia es que parece ser que se están acercando posturas entre el Gobierno y CCOO+UGT. Esta, también parece halagüeña, como decía, pero me da a mí que el acercamiento está siendo hacia el jodimiento del obrero, como siempre. Hemos pasado de, por una parte (la del Gobierno) decir que lo de las jubilaciones a los 67 años es innegociable en tanto que calmará las ansias de los mercados, y de otra parte (los sindicatos mayoritarios) decían que por ahí, no..... a tener al Gobierno diciendo lo mismo y a los sindicatos, que ni de coña si la jubilación es para todos, toditos los casos y no hay ninguna manera de prejubilar y todo eso.
Me parece una vergüenza que cedan en eso, y más con lo que hemos tragado en estos últimos meses, en este último año y medio. ¿Enumeramos? Bajada de sueldo a los funcionarios, congelación de la mayoría las pensiones (y revalorización por debajo del aumento del IPC para el resto); subida del IVA; mantenimiento, bajada o eliminación de impuestos para las rentas altas; LA PUTA REFORMA LABORAL. Aquí, un inciso.
Tras la Huelga (bueno, digamos que durante la Huelga porque fue una Huelga que duró dos o tres meses), Cándido Méndez dijo algo así como que "si no retiran esa contra-reforma, que no cuenten con nosotros para el reglamento; no nos sentaremos a negociar mientras no la retiren". Ahora, parece ser que no es tan así.
Bueno, en definitiva, parece que escribo sobre diferentes cosas, pero en realidad, siempre escribo sobre lo mismo: los poderosos (o el capital, o los gobiernos; me da igual, los llamemos como los llamemos, todos sabemos identificar a un hijo de puta aunque no sepamos el nombre exacto), siempre están jodiendo a las clases populares. De hecho, si los poderosos no fuesen quienes redactan y aprueban las leyes, esto que hacen con nosotros, nuestros sueldos, nuestra sanidad y educación, nuestra justicia, nuestras hipotecas, nuestras cajas de ahorros, todo esto, digo, si se redactasen las leyes desde el sentido común y no desde el interés, se debería considerar terrorismo en igual o mayor medida que lo que hace Arnaldo Otegui. Si éste está en la cárcel por no condenar a quienes aún amenazan con matar ¿qué habría que hacer con quienes planean, ejecutan o consienten todas las injusticias que nos rodean?
Me parece una vergüenza que cedan en eso, y más con lo que hemos tragado en estos últimos meses, en este último año y medio. ¿Enumeramos? Bajada de sueldo a los funcionarios, congelación de la mayoría las pensiones (y revalorización por debajo del aumento del IPC para el resto); subida del IVA; mantenimiento, bajada o eliminación de impuestos para las rentas altas; LA PUTA REFORMA LABORAL. Aquí, un inciso.
Tras la Huelga (bueno, digamos que durante la Huelga porque fue una Huelga que duró dos o tres meses), Cándido Méndez dijo algo así como que "si no retiran esa contra-reforma, que no cuenten con nosotros para el reglamento; no nos sentaremos a negociar mientras no la retiren". Ahora, parece ser que no es tan así.
Bueno, en definitiva, parece que escribo sobre diferentes cosas, pero en realidad, siempre escribo sobre lo mismo: los poderosos (o el capital, o los gobiernos; me da igual, los llamemos como los llamemos, todos sabemos identificar a un hijo de puta aunque no sepamos el nombre exacto), siempre están jodiendo a las clases populares. De hecho, si los poderosos no fuesen quienes redactan y aprueban las leyes, esto que hacen con nosotros, nuestros sueldos, nuestra sanidad y educación, nuestra justicia, nuestras hipotecas, nuestras cajas de ahorros, todo esto, digo, si se redactasen las leyes desde el sentido común y no desde el interés, se debería considerar terrorismo en igual o mayor medida que lo que hace Arnaldo Otegui. Si éste está en la cárcel por no condenar a quienes aún amenazan con matar ¿qué habría que hacer con quienes planean, ejecutan o consienten todas las injusticias que nos rodean?
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