Dicen del lirio que te simboliza,
que es signo de renacimiento,
de nueva vida, de cambio.
He dicho que te simboliza,
pero sería más correcto decir
que dichas características
me llevan a ti, a lo que significas.
14 de febrero, sin velas ni cenas,
otro 14 de febrero preguntándome
qué será de mí, cómo saldrá todo,
si lo que he tomado es una decisión,
un deseo irrealizable o una sinrazón.
Porque, claro, no concibo la vida sin ti,
no te concibo a ti sin vida, aunque sea
por el efecto temporal de un maldito gotero
que te aleja de mí, de mi mano, de esa
que aún no sé si en unos minutos
amasaré como ayer, nervioso, hambriento,
con sed de tus besos, perdido.
Quiero que tú, luminoso lirio,
renazcas cada día junto a mí
porque no quiero ser la niña
que murió en la curva de tu sonrisa.
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