domingo, 19 de diciembre de 2010

Los hombres que no amaban a los obreros.

Quiero pediros disculpas por llevar tanto tiempo sin escribir pero, es que vivo sin vivir en mí. Pensándolo bien, tal vez debería pedirlas ahora por volver, pero esa es otra guerra.

Zapatero, las medidas que está impulsando, la forma en la que lo hace, a una servidora le asustan.

Ahora, en Venezuela, resulta que (según las noticias, claro) Chavez es "más dictador todavía" porque ha aprobado una ley que le permite gobernar a base de Decreto porque pierde la mayoría absoluta en el Parlamento. ¿Nadie se da cuenta de lo manipuladora que puede ser toda la "información" que se nos transmite de ese país (o de Cuba, o de Bolivia, o de....)? ¿Alguien sabe como se gobierna en España, en el "occidente civilizado" en general?

Tenía entendido que Sarcozy, Merkel, Obama y sobre todo Zapatero se están ciscando sobre los derechos de los trabajadores y las trabajadoras de sus respectivos paises (y en el caso de los tres primeros, también sobre los del nuestro, que se meten en "to"), en la vida y dignidad de las clases populares, en los derechos sociales adquiridos, en la dignidad de las personas que ven que mientras ellos son más pobres, los de al lado son muchísimo más ricos.

Tenía entendido también que el problema de España era que estaba gobernado por un partido socialista, por un partido de izquierdas. Bueno, hay tres cosas que decir respecto a esto. La primera, que Irlanda, ese país modélico (puesto en muchas ocasiones como ejemplo por Rajoy -el líder de esa derecha que, y cito a los muchos tontos de los cojones que nos rodean, "es el ejemplo que debería seguir este Gobierno, toda la gente normal lo shabe"), esa referencia que habría que seguir para salir de la crisis, ese laboratorio del liberalismo económico puro se está yendo al carajo, hasta el punto de tener que ser rescatado como Grecia (cuando allí el problema parece ser también un gobierno de izquierdas). 

Desmentido ahora que la solución sea tomar políticas de derechas, paso al segundo apunte. El gobierno de Zapatero no es de izquierdas, no es socialista. Un partido que es de izquierdas no permitiría a ningún gobernante, menos aún a uno de los suyos bajar los impuestos a las empresas, rebajar la presión fiscal a la banca, mantener la casi nula tributación de los beneficios de las SICAV's. Tampoco se quedaría de brazos cruzados un gobierno de izqueirdas frente al fraude descomunal que sufren las arcas del Estado (y menos escudándose de que es típica la pillería en nuestra cultura mediterránea o latina). Y todo esto no lo permitiría un gobierno socialista cuando paralelamente a todas esas concesiones al capital aumenta la presión fiscal sobre toda la población, cuando se ataca directamente al trabajador en beneficio de las empresas, cuando se recortan o se eliminan las ayudas a las rentas más bajas, cuando las nóminas soportan la Seguridad Social, cuando se pone en peligro a más de 160.000 personas a las que solo les quedaban unos ridículos e indignos 426 euros al mes, renovables semestralmente entre unos angustiosos, repetitivos y lentos trámites.

Como tercer y último apunte, se habla mucho de que hay que dar confianza a los mercados (y ¡"vive dios" que se está haciendo!; se les da la mano y se cogen el brazo), cuando lo que debería hacer, no ya un socialista o alguien de izquierdas, sino una buena persona es ofrecer confianza a su pueblo, a quienes le han colocado en el lugar privilegiado en el que está, a quienes ofrecieron esa confianza a él, en muchos casos ni siquiera a su partido sino a su persona. ¿Recordáis el 14 de Marzo de 2004? Yo sí. Estaba emocionado, excitado y orgulloso de que un buen tío se hubiese sobrepuesto al mazazo del 11M, a la maquinaria que empujaba al PP (entonces parecía que no se podían superar los límites de servilismo a la derecha por parte de los medios) y que lo hiciese en una declaración histórica, a la altura de aquel "Anoche tuve un sueño" de Martin Luther King: "No os fallaré". Una polla, con perdón. 

El minuto anterior a un tijeretazo dice que jamás hará eso. Bueno, decía, porque ya dijo el otro día la Ministra Salgado (¡qué cruz! Joder, lleva seis años Zapatero luchando -la puntita nada más, eso sí- contra los crucifijos y tenemos más cruces impuestas por él y sus políticas que las que han sido retiradas de las escuelas) que se haría lo que hiciese falta. Lo que hiciese falta para beneficiar al capital y machacar a los obreros, entiendo.

Os dejo un testimonio que me ha hecho llegar el compañero Mack de un oyente del programa de Luis del Olmo en Punto Radio que dan ganas de cualquier cosa, de muchas cosas. Y ninguna buena.

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