lunes, 15 de agosto de 2011

Real Madrid 2 - F. C. Barcelona 2. Ida de la Supercopa de Spáña.

Comienzo por el final: el resultado no reflejó lo que se vio en el campo. El Barça toma ventaja para el título. Peor pequeña ¿eh?
Ahora, más obviedades. No se vió un arbitraje escandalosamente probarcelonista, pero se vieron las tendencias de siempre.
Y hablo de tendencias. Los árbitros (ya no sé si hipnotizados por el juego horizontal-ísimo- del Barça, o porque no son tontos y ven que son premiados los que no se equivocan en una dirección determinada; desde luego, no creo que RFEF o UEFA se dediquen a decir a los árbitros "joded al Madrid y beneficiad al Barcelona y llegaréis lejos", pero es innecesario cuando ves que quienes les quitan penaltis a unos y se los regalan a otros a lo largo de la temporada, acaban siendo premiados con la internacionalidad, con finales y demás prebendas), sorprendentemente, varían su criterio según quién sea el infractor.
Lo normal, digo yo, es que un árbitro se equivoque (y se le vaya un partido de las manos) al ser demasiado quisquilloso o demasiado permisivo; por pitar falta por todo, o por no pitarla por nada; por cortar todas las protestas con amarilla, o por dejar que los jugadores se los coman. Pero lo frecuente (diferencia aquí "normal" de "frecuente", aunque normalmente los usemos como sinónimos) es que al Barça le permitan protestar hasta los saques de banda, mientras sacan tarjeta a Coentrao por levantar los brazos; lo frecuente es que Daniel Alves, estando fuera del campo, dé catorce volteretas (sin que le doliese nada, claro) para meterse dentro del mismo y montar el pollo..... para que el señalado como marrullero sea Pepe; lo frecuente es que Valdés se cruce el campo para protestar una falta que no es y que encima el árbitro señala a su favor.... mientras la prensa destaca que Ramos (ese jugador que es campeón del mundo, titular indiscutible en cualquier equipo.... incapaz de hacer nada bien durante un partido entero. Ni un pase, ni una recuperación, ni una cobertura. Joder, ni un saque de banda. ¡ARBELOA, YA!) se cruzó el área (20 metros) para recriminar a Alves una acción antideportiva.
En fin, que como dijo Karanka (e intuyo que hablaba más de estas cosas que de que el árbitro pitase o no un penalty), hay cosas que no cambian.
Lo que sí ha cambiado (por supuesto, concedo a Mou la duda de que tal vez el Madrid no estaba preparado la temporada pasada para jugar así) es la forma de encarar el partido. Yo pedía más valentía el año pasado, no ya en Champions, porque veía comprensible pensar en el partido de vuelta, sino en la Liga, porque el cálculo de Mourinho (la Liga está perdida, no voy a mostrar mis cartas para la Champions y la Copa, que esas sí podemos ganarlas) y, creo, ahí se equivocó. Si el Madrid hubiese salido más valiente ¡en el Bernabeu! contra el Barça en Liga, le habría dado el mensaje que recibió anoche: "En el cuerpo a cuerpo, sin contar con arbitrajes, césped alto, ni pollas en vinagre, puedo pelearme contigo sin complejos. Sí, puedo perder, pero también puedes hacerlo tú."
Y al final, creo que se trata de eso, que eso es lo bonito del fútbol. Medir tus fuerzas con el rival en un partido que no tiene vuelta atrás, que no tiene otro partido después, que es a vida o muerte (aunque suene dramático).
Ahí, no salió mal el Madrid. Y que no me vengan con que el Madrid está más rodado, porque si el Guardiola les dio vacaciones más largas a sus jugadores (me sorprendió que Messi o Alexis -hay futbolista ahí- se incorporasen a los entrenamientos cuando Di María o Higuaín llevaban ya dos partidos de pretemporada)..... igual es culpa de Mourinho. O de Pepe.

No hay comentarios: