jueves, 28 de octubre de 2010

Vamos a ponernos serios.

Sí, amigos. Intentaré ser lo más serio y ajustado al lenguaje que me es posible. Ajustado al lenguaje que imponen, a base de repetirlo constantemente, los señores del extremo centro fascistoide de este país, o estado o lo que sea.

Vemos como una oleada diaria de exabruptos nos rodea, nos arrincona. A nosotros que habríamos de ser sus clientes, los que tenemos la razón, nos acorralan a cada momento con un insulto nuevo, con una nueva vuelta de tuerca "poética". Quienes, por pereza o simplemente estómago delicado, no lean, vean o escuchen a menudo la prensa, la radio o la televisión conservadoras (no, no es un eufemismo; huelen a naftalina y éter), tienen la opción de saber en unas pocas líneas lo que en la jornada anterior fue de más risa en los blogs de Javier Vizcaíno en Público y de José María Izquierdo en El País.

Bueno, a lo que íbamos. Estamos, incluso los que vemos la realidad a través del cristal que elegen los que se sienten trabajadores, tanto o más que ciudadanos, acostumbrándonos a que lo normal sea llamar asesino a un Ministro, ladrón a otro e idiota al Presidente. Aquí, algunos podrían razonar que Rubalcaba era la "X" de los GAL, pero deberían acudir a un Juzgado en el que un Juez, probablemente tan "conservador" como los medios a los que antes aludía, estará encantado en hacer ruido y sangre en igual proporción. Otros podrán decir que el padre de Pajín sale en las conversaciones de algunos investigados en la trama de corrupción que asola nuestro levante patrio, aunque sólo sea porque tomó café con un hoy imputado. Los más, me dirán que a Zapatero le falta un verano de esos en los que pega bien el sol. Pues bueno, si Rubalcaba es un asesino que pague; si no es así, que pague el que acusa sin demostrar. Pues el padre de Leire que sea investigado, pero que no culpen a la Ministra de las cosas que haga su padre; imaginemos (insisto, es un juego mental, sé que esas cosas no pasan) que el tal dios, existe y, aún habiendo sobradas pruebas de lo hijo de puta y vengativo, a la par que arbitrario y caprichoso (que esa es otra más difícil que la propia existencia de ese dios: que los que durante 2000 años han metido la mano en el BOE en el que tratan convertir unos escritos sobre la vida del que suponen hijo del dios, haya sido -la metida de mano, digo- sin cambiar la veracidad de los hechos), traten de culpar al único rabino soltero de la historia por los excesos del padre, o del que mandó a la paloma, o de quién sea hijo el chico (o quienes, que por lo visto eran tres). En cuanto a la idiotez de Zapatero, desde luego, no es el político más brillante pero, del mismo modo que, no siendo oro todo lo que reluce, no es mierda todo lo que es satinado, no podemos tampoco decir que sea el más tonto de los que han pasado por el hemiciclo. Si esto no basta para rebatir los tres "argumentos" anteriores (lo del Ministro asesino, la Ministra ladrona o el Presidente idiota), deseo que conste que quienes acusan con el dedito fueron quienes metieron a España en una guerra ilegal basada en mentiras (no en errores como tratan de hacer ver ahora) causante de decenas de miles de muertos que hoy estarían vivos si no hubiesen enredado,;que son quienes tapan y/o se aprovechan, cuando no promueven los robos de los dineros de todos, señalados especialmente en los correazos y bigotazos valencianos y los parches en los ojos castellonenses; que idolatran a un presidente que introdujo en el hueco que tenía (y que estaba reservado en el resto de personas para la inteligencia, la dignidad y la brillantez) toda la rabia de los que odian por naturaleza, los que no pueden vivir con sus complejos (no son acomplejados, al menos, no más que los demás), un hombre que podría ser muchas cosas pero, sobre todo, imbécil. Bueno, asesino, ladrón e hijo de puta, también.

He comenzado el anterior párrafo diciendo "bueno, a lo que íbamos" y es ahora, tras un millón de letras cuando voy a hablar de lo que me ha puesto ante el teclado. La prensa (y la tele, y la radio, ahora internet también) ha agrandado la sombra de Aznar hasta llevarla a un tamaño superior incluso al de su ego, y del mismo modo está intentando subir a los altares a tantos hombres que, aún siendo buenos en algunas cosas (¿quién no es bueno en algo, aunque sólo sea un poco?), son peligrosos cuando se termina creyendo buenos en todo, ¡qué coño, buenos! ¡insuperables!

Se da el caso de un escritor (sí, escritor; que uno sea algo -albañil, carnicero, mecánico, político, escritor, periodista-, sólo dice de esa persona que, efectivamente es, no que sea bueno) que, tras unos años de ostracismos, vuelve a la escena pública y a los papeles a través de TeleMadrid y su "Diario de la Noche", sus columnas de opinión en los medios de la derecha y sus ya míticas fanfarronadas. Es un señor que conoce el lenguaje (como el monaguillo de las ondas) y lo utiliza no para enriquecer su discurso, sino para insultar más y mejor, si es que insultar bien es bueno. Pues este Sánchez Dragó, además de declararse amigo de los de Falange Auténtica a pesar de su exceso de progresismo (sic) y a pesar de que su propio padre fue asesinado por los franquistas, se regodea de haber sido follado por dos niñas de 13 años, previo pago, por supuesto y diciendo que si alguien delinquía en aquella relación, eran las propias crías por putas y guarrindongas.

Si ahora yo digo que reniego de mis palabras cuando hablaba de que la violencia es mala siempre ¿me estaré poniendo a su altura? Espero que sí, porque ahora mismo no deseo nada tanto como poder estar a su altura para darle un par de hostias bien dadas.

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