martes, 11 de mayo de 2010

Mírale.



¡Mírale! Ahí le tienes.
Lo primero que se me pasó por la cabeza fue que seguramente estaría dando gracias a dios (de nada, hasta luego) por tener Jueces "más que amigos" o porque tiene un Jefe dispuesto a dar la cara por él.
Pero, si te fijas bien, no está agradecido en ese momento, sino relajado, en paz aunque con algunos trazos de culpabilidad y preocupación.
Culpabilidad porque a alguien tan cristiano como él, le duele ser orgulloso. 
"¡¿Pero qué coño?! No soy orgulloso; me siento orgulloso. Orgulloso de mis amigos, de mi Bigotes (Alvarito en casa), de amigos tan amigos que les tengo que regañar en cada cumpleaños de mi mujer o de las niñas. Siempre me deja mal."
Preocupación porque "nadie sabe los que se teme perder todo cuando todo lo tienes. Tengo una mujer con un gran negocio, tengo trajes, tengo viajes, tengo amigos, pero también tengo a una oposición envidiosa que me quieren robar lo más impotante de todo: el Poder."
"Así que, ya sabes: si quieres que vuelva a organizar una visita de Tu vicario (ese al que Manolo Saco llama Vicediós), más vale que tuerzas más que nunca los renglones, porque no sé que sería de nosotros. Ni de Tí".
"AMEN"

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