sábado, 16 de diciembre de 2017

Si cierro los ojos

Si cierro los ojos,
recuerdo tu olor,
aroma a guitarra flamenca,
a polvo de ciprés.

Si abro la boca,
me sabe a tu nombre,
te llamo ¡ven!
¡ven conmigo!

Si toco el vacío junto a mí,
en mi cama, pienso que ese,
tu lado, se llena con tu ausencia
cuanto más recuerdo
lo que nunca tuve.

Mi oído,
también busca tus eses en el aire,
tu agradable risa,
esa voz que todo lo llena.

Mi corazón,
que estaba casi recompuesto del todo,
anhela lo que nunca tuvimos,
resquebrajándose a cada paso,
con la esperanza de que
esos largos dedos
vuelvan a jugar en él,
de que esos bellos labios
se llenen de fabulosas muecas,
de que tu linda nariz
baile al son de tus verdes ojos.

Si, después de pensarte,
abro los míos,
cuando le pregunto a esa lágrima
si cae por ti o por mí, ella,
ágil como tú lengua,
hábil como mis manos,
me recuerda que llora por ti,
llora por mí,
pero que es una gota de alegría,
por lo que fue, lo que podría ser.

Porque, como una vez te leí,
antes de quererte,
tal vez sea el futuro
el lugar en el que nos toque vivir
esto nuestro.

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